Despues de un largo y animado viaje, llegamos al Centro de Recepción de Visitantes del complejo de Corrubedo donde comenzamos la visita.
Los más animados hicieron todo el recorrido por las sendas marcadas que atraviesan las dunas y la laguna. Otros, hicieron solo parte y casi todos disfrutamos un rato de la espectacular Playa del Vilar.
Después de hacer una paradita para ver la gran duna móvil y de reponer más tarde fuerzas en el pueblo de Corrubedo, pusimos rumbo a Castro Baroña, para visitar el asentamiento castrexo y terminar el día en la pequeña playa que sirve de entrada al castro.
Aunque el calor fue agobiante por momentos, disfrutamos de todo lo visto y vivido.
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